sábado, 16 de julio de 2011

Pinceladas.



                                                              Pinceladas.
Coloréame un jardín. Persigo  deshojar margaritas eternas, busco que mis deseos y esperanzas  nunca encuentren fin. Píntame flores indestructibles. Caléndulas, tulipanes, lilas y calas. Mis manos nunca fueron verdes y no consigo verlas crecer. Entona el aroma de los jazmines sin cuidado, esfuma  sus pétalos y si quieres puedes darle tonalidad, en  este jardín los colores pueden ser de otro color. No te olvides de los árboles frutales. Un limonero  no puede faltar, recuerda que me gusta comer duraznos todo el  año y las peras son mi pasión. Barniza los tallos y los troncos, báñalos con tu arte y realza su calidez.  Trázame una cascada, donde el agua clara nunca deje de correr, mi edén precisa jugar a rociarse y chapotear. Decora mi  cielo con algunas nubes suaves, tatúale golondrinas listas a nunca cruzar fronteras, con alas descansadas y multicolores. Por último, en un lugar privilegiado, sombréame en amarillos y naranjas al malcriado sol, para que caliente sin quemar, brille sin cegar y empape con su perdurable  luminosidad, mi agraciado paraíso.

                                                                   Silvana
                                                                   16/07/2011

1 comentario:

Moisés Herrerías Diego dijo...

Con tremenda descripción, no sé si lo que pides es imposible, o simplemente perfecto para vos.