martes, 18 de septiembre de 2012

Si pudieras oírme...



Si tan sólo pudieras oírme. Podrías  intuir mi entusiasmo, te sobraría para  pintar un mundo con el color de mi voz. Te abrigarías saboreando mi  respiración. Te apegarías a mi voz cada día, te dormirías en su canto, te quedarías en mi garganta. Sabrías de qué se trata, creerías, confiarías, te entregarías. Podría enamorarte y seducirte, posiblemente hasta trastornarte. Podría susurrarte pétalos, suspirarte hojas, murmurarte caricias, bostezarte millones de halagos. Podría arrullarte en piropos, adormecerte en elogios, tranquilizarte con mi silencio, aliviarte con mi rumor. Alborotaría tu vida, agitaría tus días rugiéndote mi pasión, si tan sólo, si tan sólo pudieras oírme, mendigaría perdón.

                                                                         
     Silvana
                                                                                           12/08/2011

martes, 19 de junio de 2012

Preguntas


                             


Cómo puedo saber donde  fueron mis ilusiones? Qué ilustrado me lo puede decir?

En qué sitio se escondieron mis anhelos, aquel optimismo rabioso y los motivos para nunca declinar?

Que pasó con las reflexiones?, con la claridad de mis ideas, con mis ganas de todo y mi miedo a nada?

Dónde quedaron mis fuerzas, el poder de mis palabras y mi total seguridad ?.¿Qué se hizo de mi fe?

Ya no me quedan virtudes, ya no entiendo de bondades.
Sólo esparzo cobardía, sobresaltada y avergonzada  rindo culto al Dios Temor.


                                                    Silvana
                                                19/06/2012

viernes, 13 de abril de 2012

Hoy.


Sentí  tus ojos tristes sobre mí, en noches olvidadas, frías y desveladas, ahogados juntos en escasas letras, encubiertos en palabras sueltas, mendigando  libertad eterna.
Cumplí odiosos  convenios, nos regalamos conciertos, escondidos y sedientos, nos buceamos y encontramos sumergidos en tu mar.
Y te saboreé con los ojos, suspiré por cada poro tus ausencias y tu voz. Esperé, cual niña encaprichada, refugiada en tus elogios tu retorno siempre impuntual.
Soñé con tus dedos repiquetear letras entrampadas, empeñadas en no ser; letras deudoras con ansias de mucho más.
 Me escondí, sutilmente  me vestí de adjetivo, fingí ser un sustantivo y tras puntos suspensivos dejé traslucir mi pasión.
Guardé, tus mimos y tus acordes, me perdí en confusiones y seguí creyendo en vos.
Hoy  siento, cumplo, te saboreo, suspiro y  te espero. Sueño, me escondo, finjo y atesoro, me pierdo y creo, que en definitiva, esto se acabó.

                                                          Silvana
                                                         06/04/2012

domingo, 18 de marzo de 2012

En Mí.

                   
En Mí.

Esta noche quiero contarte que ya es tarde para entender, que no hay nada que me convenza, que sé bien de tu presencia aunque no te pueda ver.
 En esta noche intranquila, disimulada con sombras de atardecer, quiero dejarme envolver entera por tu perfume, que tu azabache melena me vista, tapice mi piel cansada de una vida obligada, asaltada de dolor.
En esta noche inflexible, cruel, inapelable, concédeme tus manos blandas, siempre tibias en mi espalda, que tu constante pasión deshiele mi corazón.
Noche cerrada elegí, bien sombría, taponada, para poderte admirar consagrada, iluminada y así por fin reafirmar que mientras yo siga  aquí, conmigo te quedarás.

                                                                Silvana
                                                                 18/03/2012

sábado, 7 de enero de 2012

Mezquindad


                                                  Muéstrate, ya no te escondas. Exprésate, que tu voz desgarre oídos y deje en tu garganta ardores de mucho más. Revélate, corre esa cortina que sólo nos deja ver sospechas de vos. Que nadie está jugueteando a las conjeturas, que esto no es  zona de pronósticos, que los supuestos y deducciones  los aprovechen los detectives para sentir entreverte más. Lúcete, despójate de las miserias, deja a la luz tu interior. Enciéndete, brilla para tus vivos, regálales tu alegría, entrégales primavera en su helada seriedad. Y así, clara y luminosa, despliégate, abrázate, recoge tus barcas  y  escóndete sin piedad.

                                                                     Silvana
                                                                                07/01/2012

martes, 3 de enero de 2012

Renglones


Admiraba sus palabras, eran siempre tan perfectas... El aroma dulce de su piel se enterraba en sus venas  cual vicio letal. No podía manejarlo, necesitaba receta urgente para erradicarlo ya de su sangre. Pero en cuanto decidía tratarse, lo pensaba y se echaba para atrás, todavía no quería dejarlo. Necesitaba más tiempo. Sus ojos caminaban sus líneas y se abstraía de todo y de todos cuando lo tenía entre sus manos. Su esencia la acompañaba donde fuera que vaya, cada trazo en su relato la atrapaba y se tildaba en su historia, haciéndola suya cada vez. Él la embobaba con sus mensajes, todas sus vocales y consonantes entreveradas sonaban sorprendentes, ella, totalmente cautivada, se dormía rendida con él sobre su pecho. No tenía valor para apartarlo, sus siluetas se adaptaban  celestialmente. Pagaría lo que le pidieran para adquirir todo de él.
Ya poseía un lugar privilegiado en su corazón, ahora le haría lugar en su nido. Era hora de enterarse todo de él, no precisaba más, sólo poder elegirlo cada día. Se dirigió a la librería donde lo vio por primera vez. Preguntó por sus obras y se adueñó de todas. Era una excelente colección. Por fin tenía la plena seguridad de poseerlos siempre.
                                                                 Silvana
                                                                      04/06/2011