miércoles, 31 de agosto de 2011

Un día.


Un día. Veinticuatro horas. Mil cuatrocientos cuarenta minutos. Había una vez un día. Un  primer día, en la vida de alguien, en tu vida, en la mía. El primer día de una relación, el primer día a pleno amor, tal vez un  día sin razón.
 Un día entero a solas,  yo conmigo misma. Un día partido en dos, medio día conmigo, medio día con vos. Yo quiero ser  un día, claro, manso, tranquilo. Un día alguien me dijo y yo, se lo creí. Siempre creo, apuesto, arriesgo, me juego, todos los días. Día tras día, sin saltearme ningún día.
 Descanso si me dejan durante el día. Sin apuros vivo, día por día. Un día al mes, lloro y me lamento todo el día. Un día al año no me alcanza con festejar, yo quiero celebrar todos los días del año.
 Un día tibio, hace muchos días atrás, yo te vi, ese día te elegí. Hoy día sigo aquí, abrazándote,  aunque un día me tenga que ir. Un día cualquiera, un día con sol, un día lejano, un día por vos.

                                                                  Silvana
                                                                      29/03/2011


domingo, 28 de agosto de 2011

Entre letras.


Cada letra, me invade y me serena. Cada palabra que atesoro me apacigua. Cada punto que corrijo cauteriza esta herida que dejaste sin curar. Entonces, magullada y desgarrada, busco calma en los vocablos, cada verbo me suaviza y esta lengua amortigua cada brinco de dolor. Las sílabas se apandillan y se me arriman, se apilan y se reparten para no dejarte llegar. Necesitan de mi emoción para poder conmover, que las agrupe y transmita cada instante, cada idea, que ilustre con cada tilde lo que soy y lo que no. En una cárcel de letras, respiro bálsamo en cada coma, te olvido en toda vocal, te recuerdo con las demás.
Y además, estoy mejor.

viernes, 26 de agosto de 2011

El Gran Juego.


Como cuando saltaba a la soga. Igual, de la misma manera seguía esperando el momento justo, el segundo exacto en el que únicamente quedaba brincar. Tanto como cuando jugaba en el patio a la Rayuela, comenzaba siempre con los pies en la tierra y en apenas minutos, sus pies lograban el cielo. Saltar, para alcanzar las alturas; era la única fórmula eficaz. No necesitaba más años para garantizarlo. Sin bravura, sin esfuerzo, el juego se trunca y hasta puede ser divertido perder, puesto que siempre se puede empezar un nuevo juego. Existen partidas cortas y otras que resultan eternas. Y según la estrategia tomada el final vira, o mejor dicho, no hay final; un buen jugador siempre busca seguir participando y con el tiempo se aprende que no hay otra opción. Cada partido, más allá del resultado, es parte del gran juego, solo produce un efecto parcial. Sumando encuentros, multiplicamos experiencia y si bien siempre se hallan distintas tácticas, los resultados, repetidamente, nos dejan un aprendizaje. Hoy su juego se presenta algo complicado, esta vez, como en otras ocasiones, debe dejar otras partidas de lado y prestar toda su atención en este, calculando cada movimiento, intentando anticiparse a su rival. Siente una gran ovación a su alrededor, esto a veces pesa, mete presión, debe ser perspicaz y sacar provecho, apoyarse y reposar cuando sus fuerzas se agotan. Ya mismo le toca mover sus fichas, su competidor es rígido, severo, la espera inmóvil, atento, no pestañea, sabe que es un juego difícil y ya se dio cuenta que ella, jamás y de ningún modo se rendirá.

Silvana
12/06/2011

jueves, 25 de agosto de 2011

Que no me falte...


Que nunca me falte una página donde poder borronear, allí puedo volcar mis miedos, las broncas, algunos peros, las valiosas pausas y lo que me anime a mostrar. Que nunca me falte un abrigo para poderme cubrir, este campo de batalla que sucede en mi espalda, salpicada de pecas que arremeten por  pecar. Que nunca me falte un puñado de granos de buen café, para que su intenso aroma te oriente  como sol naciente  y no te puedas perder. Que no me falte el valor, que no me falten las fuerzas, las preguntas sin respuestas, los silencios y las treguas. Que no me falte una orilla de arena clara con una ducha de mar, la brisa fresca en la cara y un aluvión de todo que es nada, para entera mojarme  en vos.  Pero me falta saber si de verdad te hago falta, si falta mucho o falta nada para podernos faltar el respeto, el aire, el aliento y algo más. Yo aquí me paro, temiendo me planto, no me faltes,  que sin falta me quedaré.                                                                               

                                                                           Silvana
                                                                                    30/07/2011

martes, 23 de agosto de 2011

Dejame regalarte...


Déjame regalarte un pasaje sin destino, para que juntos votemos donde podernos amar. Tal vez un bosque encantado, con árboles ordenados que a nuestro paso se formen llevándonos hacia el sur. Allí quizás encontremos un laberinto de hielo, celeste cielo, translúcido que nos quiera eternizar, no sientas miedo y urgente ¡vamos a estropearle el plan!;  desgastemos nuestros labios, enciéndeme con tus dedos, derritamos este témpano haciéndonos el amor. Livianos y libres corramos, veo el cielo muy cargado empieza ya a garuar, vamos a consumirnos bajo este cielo plomizo, desnudos y unificados  él nos bautizará. Déjame regalarte mi piel, quiero que escribas tus letras, yo quiero ser tu papel, piensa en mí, crea conmigo, inventa nuevos destinos, sueño  ser tu inspiración .Déjame regalarte una cena, donde mi  cuello y espalda sean el plato principal, muere allí yo te lo ruego, florece entre mi cabello, vive y revive mis ganas, confía  tu raza en mí. Llega la noche y exhaustos tenemos que reposar, déjame regalarte mi vientre, para que sueñes conmigo, recuéstate yo te cuido y a cambio solo te pido, ámame más y más.
                                                                                                                                                                         
                                                              Silvana
                                                        27/07/2011

lunes, 22 de agosto de 2011

Descorazonada.



Ahora ya no la engañarían más. Volvería al ruedo una y otra vez, ninguna caída le haría ya daño. Podría amar inmoralmente, sin miedos, sabiendo que solo seria un episodio, un estreno cada vez. Su piel clara se volvería traslúcida y fría, como su mirada, como sus besos. Un ángel de hielo, volando bajo, en cuclillas, buscando a quien envolver con sus alas de nieve. Equipado de garras agudas con las que capturar, con una tripulación de afilados dientes para descuartizar amores mentirosos, cariños embusteros. Sus lágrimas transformadas en granizo, regarían el infierno, tachando huellas, callando gritos, dejándola  inocente. Virgen otra vez, volvería  a atacar sin penitencias, cual bestia desenfrenada en una venganza continua. Paralizaría a su presa, desgarrándola, despedazándola  como hizo con su corazón. Solo su aliento, traidor, la exponía casi humana, la denunciaba con ingratitud y la mortificaba con su maniática tibieza.
                                                                   Silvana
                                                                23/04/2011

domingo, 21 de agosto de 2011

Caracolas.


 Yo las pienso. Preciso su profundo abrazo manchado de arena y mar. Necesito una maleta, cremas, un libro y poco más. Ellas me esperan acurrucadas, tapadas, descubiertas, encerradas entre  burbujas y sal. No desesperan, mis olas  las agasajan y acarician sin pausa, mi fiel representante nunca deja de suspirarles amor. Muy pronto nuestro presente será el mismo. También sabré a universo, el mismo día nos bronceará y de nácar me envolverá. Mi abrazo, mis hombros, mis pies desnudos las adivinarán y graciosas se amoldarán, reuniéndome y dedicándome toda su energía, esa que almacenaron por  ociosos meses sólo para mí. Numerosísimas y atrevidas me invaden, me rodean y me nutren de bondad, mis piernas cansadas se refrescarán en este universo de formas y tonos y yo les pido en íntimo silencio, cúbranme, revístanme con su armadura  ocultando mi resistente fragilidad.
                                                                                                       Silvana
                                                                                                                     25/07/2011

sábado, 20 de agosto de 2011

Te prometo.




                                                         Te prometo.
Hoy tuve un sueño. Un espejismo largo y tan real que así lo creí. Desperté con los ojos húmedos y mis manos entrelazadas. Quizás procuraba no dejarlo escapar, tal vez aún seguía en mis manos. Te veía feliz, sonriente y con tus enormes gafas oscuras, posabas en una foto detrás de mí, vestidas las dos de rojo. Yo también sonreía, recostada en vos. Entendí  tu recado, nunca hicieron falta  voces para intuirnos  y en esta  visión también  fue así. Comprendí que estarías siempre conmigo, cuidándome  a mis espaldas. Percibí tu paz y tus deseos de verme contenta. Sentada todavía en mi cama, ensayo una sonrisa, me esfuerzo  para que la notes, quiero que me veas reír. Regresa a mis ojos tu perfil y te prometo y me comprometo a recordarte con tu perpetua alegría, la misma, que te ruego, no me dejes perder a mí.

                                                                      Silvana
                                                                                         14/07/2011



viernes, 19 de agosto de 2011

No entendí.


Posiblemente no entendí. Es factible que no haya comprendido o tal vez  mis ojos se encendieron y mi armadura tembló con lo que creo fue una alucinación. Resulta que reparé en  un fantasma, toqué lo intangible, resbalé en  lo imposible. Conté lo incalculable y transformé en palabras lo inevitable. Parece que aposté por lo que nunca fue, trabajé por ninguna paga, me imaginé lo permitido y me devoré lo prohibido. Dominé calles de agua plateada y navegué tierras coloradas. Pulvericé fronteras abiertas liberando mi interior. Y te lo ofrecí, transparente me moví, a veces como un peón, otras como un alfil, saltando como caballo y en mi torre desnudándome, como un rey yo te atendí, en blanco y negro te seguí. Viví pura, impura, suave, brusca, serena, ardiente, siempre desobediente. Es sencillo, me equivoqué, me confundí, me extravié, mas no me busques, no me tientes, la reina pateó el tablero, aplaudió y se marchó.

                                                                        Silvana
                                                                               18/08/2011


miércoles, 17 de agosto de 2011

Mujer


Un tanto primitiva. Con mucho de locura, cien por cien original. Increíblemente rara pero acostumbrada; práctica y repentina, fulminante, inesperada, efectúo mi mejor llegada siempre de sopetón. Descalza, ciega y tonta me planto frente al amor; disparo caricias, recito poesía, jefa u obrera fabrico pasión. Instalo miradas, cambio rutinas, descubro talentos, te atiendo y defiendo, déjame ganar. Cato montes, escalo gargantas, gateo tus costas, me hundo en tu sal. Me estrello en tu puerto, gano terreno, franqueo, me elevo y te invito a subir. Perita en secretos, soy tumba, soy mármol, soy tierra y soy flor. Descubro tesoros por casualidad, registro momentos, soy duende travieso, me oculto, me muestro, mi delta sos vos. Si triunfo, festejo, si fracaso, mejoro, sacudo mis restos, me busco, me encuentro y empiezo otra vez.


Silvana
26/07/2011

jueves, 11 de agosto de 2011

Siempre vos.



Revuelvo mis manos en la tierra, escarbo, solo quiero revelar; vos templado y sin mancharte regresás el barro a su lugar. En plena tormenta tiro mis zapatos y salgo a chapotear, vos sereno y con paraguas te acercás y me secás. Atestada de miedos, en un hueco de náuseas temblando vomito dolor, vos despejás mi cielo, tu luz y tu abrazo caliente encienden mi paz. Grito silencio envuelta en un velo morado, empalagada de asco, empachada de condenas; vos y tus elogios, vos y tu inocencia, me curan, me indultan, liberás mis velas. Atascada y herida, enredada y cansada maldigo y agonizo en una telaraña; vos con tu paciencia y tus dedos arduos, despejás la emboscada, me dejás escapar. Me abrigo, me cubro, mis vestidos son bloques, no quiero mirar; vos y tu dulzura, tu boca con ternura, tu lengua y mi cintura, se vuelven a juntar.



Silvana
11/08/2011