Sentí tus ojos tristes sobre mí, en noches olvidadas, frías y desveladas, ahogados juntos en escasas letras, encubiertos en palabras sueltas, mendigando libertad eterna.
Cumplí odiosos convenios, nos regalamos conciertos, escondidos y sedientos, nos buceamos y encontramos sumergidos en tu mar.
Y te saboreé con los ojos, suspiré por cada poro tus ausencias y tu voz. Esperé, cual niña encaprichada, refugiada en tus elogios tu retorno siempre impuntual.
Soñé con tus dedos repiquetear letras entrampadas, empeñadas en no ser; letras deudoras con ansias de mucho más.
Me escondí, sutilmente me vestí de adjetivo, fingí ser un sustantivo y tras puntos suspensivos dejé traslucir mi pasión.
Guardé, tus mimos y tus acordes, me perdí en confusiones y seguí creyendo en vos.
Hoy siento, cumplo, te saboreo, suspiro y te espero. Sueño, me escondo, finjo y atesoro, me pierdo y creo, que en definitiva, esto se acabó.
Silvana
06/04/2012
2 comentarios:
Nunca es fácil, pero lo has expresado maravillosamente.
De verdad? ya podré incluir en mi Curriculum la palabra "escritora"? jajajaj
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