viernes, 1 de julio de 2011

JAQUE

  
                                                                   

Hoy, se encontró con ella. No era su primera vez, pero fue diferente, no tuvo miedo. Manejó su ansiedad, se tragó la congoja, desamarró el nudo de su garganta y por primera vez se sintió tranquila. No fue fácil. Con serenidad eligió algunas prendas, un abrigo y la colonia, su madre  siempre la usaba antes de dormir. Guardó todo con prolijidad y esperó, como le pidieron, fuera de la habitación. Se sentó donde le indicaron, abrochó su cinturón de seguridad y en el viaje le habló como si la escuchara. La acarició, con esfuerzo mantuvo su voz serena, no quería que la notara nerviosa. Cada tanto controlaba su respiración, era agitada. Su piel lucía distinta, su palidez uniforme le ganaba al carmesí de su boca. No permitió que esto la impresionara, sabía de sobra que su madre y ella eran un equipo poderoso, guerrero, implacable. En bloque, la pararían otra vez. La harían retroceder plantándole cara. Hoy, se encontraron otra vez con la muerte. Le cantaron jaque, la acorralaron y el juego aún no acabó.

                                                          Silvana
                                                          03/06/2011

1 comentario:

Moisés Herrerías Diego dijo...

Un equipo que nada ni nadie podrá romper, porque sé que la sientes contigo y que ella nunca se ha alejado de vos.

Gracias por todo Silvana.