martes, 19 de julio de 2011

Mar.


                                                                 Mar.
Ávida de este mar, que me mira y me columpia. Se burla de mí y me imita.  Se muestra sereno, cautiva con su suavidad,  invita a mojarse y entregarse ante su inmenso descanso. Sin aviso despierta y te sacude con su bravura, se despereza  ante tus ojos atónitos, te salpica y escupe su rabia como  volcán dejando en claro su energía.  Otra vez en calma te observa y solo se echa a reír. Sus risas te enamoran, te relajan y te alivian, pronto te acunará otra vez. Gozarás con su frescura, te alegrarás con su balada, te regalará su sabor y penarás de sed al paladearlo. Te llevará sobre su nombre permitiéndote descansar, podrás flotar sobre sus aguas y así te admitirá avanzar.  Mi mar es bello, inmenso y peligroso. Apurado y tranquilo. Azul desaforado, intenso. Verde plácido, pacífico. Disfrútame, mi  nombre es Mar.

                                                                                       Silvana
                                                                                   17/07/2011

2 comentarios:

Jorge Alberto Loscri dijo...

Especial,Silvana.
Gracias por pasar por mi blog.

Moisés Herrerías Diego dijo...

Y sólo resta preguntar si sus límites están en la costa, o en el mismo cielo.

Muy bueno.