Mar.
Ávida de este mar, que me mira y me columpia. Se burla de mí y me imita. Se muestra sereno, cautiva con su suavidad, invita a mojarse y entregarse ante su inmenso descanso. Sin aviso despierta y te sacude con su bravura, se despereza ante tus ojos atónitos, te salpica y escupe su rabia como volcán dejando en claro su energía. Otra vez en calma te observa y solo se echa a reír. Sus risas te enamoran, te relajan y te alivian, pronto te acunará otra vez. Gozarás con su frescura, te alegrarás con su balada, te regalará su sabor y penarás de sed al paladearlo. Te llevará sobre su nombre permitiéndote descansar, podrás flotar sobre sus aguas y así te admitirá avanzar. Mi mar es bello, inmenso y peligroso. Apurado y tranquilo. Azul desaforado, intenso. Verde plácido, pacífico. Disfrútame, mi nombre es Mar.
Silvana
17/07/2011
2 comentarios:
Especial,Silvana.
Gracias por pasar por mi blog.
Y sólo resta preguntar si sus límites están en la costa, o en el mismo cielo.
Muy bueno.
Publicar un comentario