jueves, 21 de julio de 2011

Entre tules y gasas.


A menudo me pregunto, ¿Cómo surgió? ¿Cómo no pude darme cuenta antes? ¿Cómo no intuí que tus exquisitos brazos y tus torneadas piernas estaban dotados de magia? Que ese cóctel que te define, compuesto por refinamiento, firmeza, disciplina,  pasión y un trabajo riguroso  están haciendo de mi pichona, un ave en vuelo. La vida lo hizo por mí. Se encargó de mostrarte tu tierna vocación. Descubrimos el motivo por el cual  tu estrella te había equipado de una gran resistencia y de un oído prodigioso. Tu  natural delicadeza tenia una misión. Tu ímpetu era preciso para nunca renunciar. Tu figura esbelta y con gracia se imaginaba ya en  puntas, envuelta en tules y gasas, desplegando libertad. Confiaba en que tarde o temprano despertarías y entenderías que habías nacido para girar. Tus pies valientes están dispuestos a sobrellevar el atrevimiento que significa elevarse y casi flotar. Y navegar emoción con tu gesto y exponer armonía con tu alma. Y hacernos gozar y estremecernos al verte bailar. Ballet, arte glorioso, que conmueve tu fibra y late con cada pirouette, el orgullo me inunda y tus alas extendidas agitan las mías y te ruego, nunca desistas de volar.
                                                                                                          
                                                                         Silvana
                                                                            19 /07/2011

1 comentario:

Moisés Herrerías Diego dijo...

¿Cómo podría ser de otra manera, cuando ella ve que su madre vuela con su propio arte?

Un hermoso trabajo.