sábado, 3 de septiembre de 2011

Lapsus.


                                                                   LAPSUS
No era la primera vez que se sorprendía ensimismada. Quedaba inmóvil, con la boca entreabierta, sin gesto. Sus ojos sostenidos miraban sin mirar, abiertos, pero cerrados hacia el universo. Cuando pasaba esto, miraba a su alrededor para comprobar su aislamiento. Le daba tranquilidad saberse sola, sin testigos  cuando atravesaba estos lapsus, cuando su voluntad y su atención merodeaban sin cabeza. ¿Quién la cortejaba? ¿Quién la llevaba?.. No sabía quien, pero sabía que una esencia la tomaba y en absoluto silencio la secuestraba. Se adueñaba de su cuerpo, se apropiaba de su mente y abstraída la trasladaba en una escapada de apenas minutos, en un paréntesis interminable. Se prometió buscar y enfrentar el rostro del conductor la próxima vez. Sabía que era un hombre, No sabía para que. Sabía que volvería por ella. No sabía por qué.

                                                                                 Silvana
                                                                                 19/04/2011

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Silvana estuve leyendo tu blog,escribes muy bien te felicito.

Moisés Herrerías Diego dijo...

Un estado casi onírico, muy buen relato.