jueves, 25 de agosto de 2011

Que no me falte...


Que nunca me falte una página donde poder borronear, allí puedo volcar mis miedos, las broncas, algunos peros, las valiosas pausas y lo que me anime a mostrar. Que nunca me falte un abrigo para poderme cubrir, este campo de batalla que sucede en mi espalda, salpicada de pecas que arremeten por  pecar. Que nunca me falte un puñado de granos de buen café, para que su intenso aroma te oriente  como sol naciente  y no te puedas perder. Que no me falte el valor, que no me falten las fuerzas, las preguntas sin respuestas, los silencios y las treguas. Que no me falte una orilla de arena clara con una ducha de mar, la brisa fresca en la cara y un aluvión de todo que es nada, para entera mojarme  en vos.  Pero me falta saber si de verdad te hago falta, si falta mucho o falta nada para podernos faltar el respeto, el aire, el aliento y algo más. Yo aquí me paro, temiendo me planto, no me faltes,  que sin falta me quedaré.                                                                               

                                                                           Silvana
                                                                                    30/07/2011

1 comentario:

Moisés Herrerías Diego dijo...

No siempre sabemos qué nos falta, porque pensamos que lo tenemos, hasta que volteamos a ver por el retrovisor de la vida y sentimos que nos falta un impulso que nos mueva el corazón.

Hermoso texto.