Muéstrate, ya no te escondas. Exprésate, que tu voz desgarre oídos y deje en tu garganta ardores de mucho más. Revélate, corre esa cortina que sólo nos deja ver sospechas de vos. Que nadie está jugueteando a las conjeturas, que esto no es zona de pronósticos, que los supuestos y deducciones los aprovechen los detectives para sentir entreverte más. Lúcete, despójate de las miserias, deja a la luz tu interior. Enciéndete, brilla para tus vivos, regálales tu alegría, entrégales primavera en su helada seriedad. Y así, clara y luminosa, despliégate, abrázate, recoge tus barcas y escóndete sin piedad.
Silvana
07/01/2012
1 comentario:
A veces el sol se esconde detrás de la luna, pero ni siquiera ella es capaz de contener su luz, así como ocurre con vos.
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